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A continuación, una lista de historias sobre Tom Hanks que he escuchado en los últimos meses miserables, cuando parecía que la educación, el civismo y los buenos modales estaban en peligro de extinción en Estados Unidos.
Una vez, en 2008, cuando filmaba Ángeles y demonios en Roma cerca del Panteón, una novia y su padre no se podían acercar a la capilla debido al tumulto, así que Hanks paró el rodaje para escoltarlos al altar.
En una ocasión, en 2015, se detuvo ante una mesa de venta de galletas de niñas exploradoras y compró algunas cajas, donó 20 dólares adicionales, después ofreció tomarse selfis con quienes pasaban por el lugar para inducirlos a comprar. Ese mismo año, encontró la credencial de estudiante de una joven en un parque y usó su adorable cuenta de Twitter, que está llena de artículos encontrados, para devolvérsela a su dueña.
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