Por Vinícius Lemos en BBC Mundo
Débora se sentía linda aquella noche de comienzos de 2012. Estaba en una fiesta familiar cuando se puso unas gafas oscuras y se tomó una selfie con su celular.
Ella, que en ese momento tenía 15 años, compartió la foto en su perfil de Facebook. Pero el registro en imágenes de ese momento de alegría se convirtió en uno de los mayores traumas de su vida.
Al principio, poco después de publicar la foto, lo primero que se ganó fueron unos «Me Gusta». Pero unos días después Débora notó que algunos desconocidos estaban compartiendo la imagen.
No tardó en darse cuenta que tristemente su foto se estaba convirtiendo en un meme -imágenes que son utilizadas para hacer burlas y bromas y que se comparten en internet- debido a su apariencia.
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