por Gisela Provenzali*
Siempre he pensado que el Caracas Press Club es fundamentalmente un Club… un espacio que reúne a una élite de comunicadores. Un espacio de debate sobre el quehacer público, pero también es un centro para fomentar la amistad y relaciones entre muchos de los comunicadores que de otra manera serían solo referencia de nombres.
Tuve la fortuna de ser llamada a formar parte del grupo de fundadores, y digo la fortuna porque sin duda allí aprendí a admirar, ya no como profesionales, sino como seres humanos, a muchos de los periodistas que han hecho historia en nuestro país.
El Caracas Press Club nos ha permitido relacionarnos con iguales en diferentes fuentes, en la misma disciplina pero en distintos terrenos. Nos ha ampliado el panorama profesional a diferentes generaciones, nos ha permitido ponerle cara a muchos nombres y nos ha facilitado cultivar amistades y relaciones que serán siempre parte de nuestra vida.
Hasta hoy el CPC ha sido un promotor, facilitador o creador de lazos de amistad o intrincado social entre personas que eran relacionadas por el oficio, mas no amigos. Para mi es un sentir anímico de pertenencia, donde caben todos los pareceres y conviven los desacuerdos.
*Fundadora del CPC